Como decía Popeye el marino, no hay nada como unas espinacas para coger fuerzas. Como no mejor si son unas croquetas que seguro que nadie protestara y todos comerán.

Podemos preparar alguna más y tenerlas congeladas, estos días en lo que llegamos a casa y no hemos podido preparar nada para la comida o la cena, solo tendremos que sacarlas, freírlas y listas para comer.

Rebozado:

• Harina.
• Huevo.
• Pan rallado. 

Preparación:

1. Para empezar, pondremos una sartén al fuego, con aceite de oliva y la cebolla cortada muy pequeña. Le pondremos un poco de sal y dejaremos que se poche bien.
2. Una vez que tengamos la cebolla bien pochada, pondremos las espinacas 
3. (Las espinacas que utilizaremos son de las que ya están picadas y no hará falta descongelarlas, se pueden utilizar directamente).
4. Añadimos un poco de sal, pimienta negra y las dos cucharadas de ajo en polvo. Mientras vamos haciendo las espinacas, prepararemos los piñones. En un cazo pondremos un poco de aceite de oliva, los piñones y un poco de sal. Cuando cojan un color tostado lo retiramos y reservamos.
5. Una vez que tengamos las espinacas hechas pondremos los piñones y las pasas, le damos unas vueltas y añadimos la harina. Mezclamos bien e iremos incorporando la leche poco a poco y removeremos para evitar que se nos pegue. Una vez este ya bien espeso lo probamos de sal y dejamos que se enfrié.
6. Encima de una mesa pondremos papel de horno y con una manga de pasteles aremos unas tiras a lo largo, si la masa todavía está templada dejaremos que se termine de enfriar.
7. Cortaremos en porciones y lo pasaremos por harina luego por huevo y por último por pan rallado. Mientras la pasamos por la harina le daremos un poco de forma de croqueta.
8. Para freírlas se pondrán en una sartén con bastante aceite y bien caliente.
9. Si no queremos hacerlas todas de una vez, cuando las tengamos pasado por el pan rallado las ponemos en una bandeja y las podemos congelar. Una vez estén congeladas se sacan de la bandeja y se colocan en una bolsa y la cerramos bien.